Renuncia el director del Hospital San Vicente de Arauca tras cumplir metas clave de gestión

2025-07-29-11:13:39 389

Cumplió y renunció: cuando aparentemente en Arauca hacerlo bien no es garantía de quedarse.

En Arauca, ni renunciar es un acto simple. Lo que debería haber sido un cierre normal administrativo, terminó pareciendo el parte clínico de un hospital donde los verdaderos síntomas no estaban en los pacientes, sino en las tensiones políticas que lo rodean y una gestión enfrentada. Carlos Alberto Sánchez Arango, director del Hospital San Vicente, presentó el pasado 30 de mayo una renuncia voluntaria pidiendo que se hiciera efectiva el 31 de julio 2025. Dos meses de preaviso que, lejos de apaciguar los ánimos, encendieron interrogantes, toda vez que en Arauca quien presenta su renuncia voluntaria de algún cargo es con salida casi inmediata.

Como medios de comunicación, durante los últimos años, hemos registrado quejas interminables por el mal servicio del hospital, tensiones entre los directivos con los sindicatos, y los interminables debates de control político en la Asamblea Departamental donde siempre se tenía como opción la liquidación del Hospital de la capital de este departamento. Caso totalmente ajeno a la llegada de Carlos Alberto Sánchez Arango, quien dentro de su amplia trayectoria en el sector de la salud y especialmente sus resultados como director del Hospital del Sarare, trajo un parte de esperanza para que el hospital San Vicente de Arauca, por fin, estuviera al mismo nivel del hospital del sarare.

Lo que nos lleva a predecir que en el Hospital San Vicente no faltaron resultados, sino más bien sintonía. Mientras el director Carlos Alberto Sánchez cumplía metas, otros parecían más interesados en movimientos políticos que en consolidar el centro asistencial. Su renuncia, entregada el 30 de mayo, más que una salida tranquila, parece una respuesta a la vieja costumbre de cumplir políticamente y que lo que realmente funciona estorba.

Las conclusiones de la comunidad salieron luego de conocerse las líneas de la carta que diplomáticamente Sánchez Arango argumentó se debía a “motivos personales”. Sin embargo, dentro del mismo documento solicitó el acompañamiento de los entes de control durante el proceso de entrega del cargo, lo que dejó entrever que lo que se va, no es solo un funcionario, sino también una serie de tensiones acumuladas y decisiones incómodas que aún no se ventilan del todo.

Las dudas se amplificaron cuando, a pesar de la reacción de algunos sindicatos que protestaron por su salida y respaldaron su gestión, ya que como manifestamos al inicio, con anteriores administraciones siempre existía la tensión y diferencia con los sindicatos, esta vez el sindicato de manera contundente rechazaron la decisión.

la administración departamental ni desmintió ni confirmó nada, sin embargo, el gobernador de Arauca, Renson Jesús Martínez Prada, abordó el tema indirectamente durante su discurso en la instalación del segundo periodo de sesiones ordinarias de la Asamblea Departamental, el pasado domingo 1 de junio. Allí envió un mensaje directo a los trabajadores del hospital:

“Le pido prudencia a los trabajadores del hospital, mantengan la tranquilidad y la calma. No caigan en manipulaciones, el responsable de la salud de los araucanos es el gobernador”.

Y añadió:

“He hecho unas exigencias porque queremos hacer las cosas bien. Eso es lo que caracteriza a este gobierno. Hablo con la verdad, voy a seguir investigando, revisando y evaluando. Si tengo que ir cada semana al hospital a ver cómo está funcionando, lo haré”. “¿Estará cumpliendo sus palabras?”

Mientras que en entrevista con el periódico El Mirador, Sánchez Arango expresó su agradecimiento por la oportunidad de haber contribuido al fortalecimiento de la institución, así como por el respaldo recibido del personal asistencial y operativo del hospital. También agradeció a quienes manifestaron su apoyo público tras conocer su decisión de retirarse del cargo.

Señaló que su renuncia se debe al cumplimiento de los objetivos estratégicos asignados por el gobernador, aunque también mencionó desacuerdos con las líneas de pensamiento al interior de la administración. “No se trabajó bajo un propósito común. Las decisiones variaron con base en intereses y no siempre respondieron a un enfoque institucional claro”, puntualizó.

"Me voy feliz. En la entidad hay personas maravillosas que trabajan por el bienestar de la comunidad. Convencer al talento humano de que esté es un buen hospital ha sido una de las mayores satisfacciones. Me negaría a creer que todo es posible, pero sí creo firmemente en el valor del esfuerzo colectivo", expresó el director Carlos Alberto Sánchez Arango.

Agregó que, si se mantiene el rumbo actual y se cuenta con una administración comprometida y eficiente, “en ocho años el Hospital San Vicente podría estar a la altura de instituciones de alto nivel como las de Yopal, Villavicencio o Boyacá.”

Con estas palabras, el director destacó el compromiso del equipo humano del Hospital San Vicente y su fe en la labor pública, a pesar de los desafíos políticos y administrativos que enfrentó durante su gestión.

Cinco metas clave cumplidas durante su gestión

Durante su administración, Sánchez Arango asumió el liderazgo del Hospital San Vicente con cinco propósitos centrales definidos por el gobernador de Arauca:

1. Sostenibilidad financiera

En 2024, el hospital logró utilidades por 11 mil millones de pesos. Este resultado fue producto de la ampliación de servicios, especialmente en consulta externa, que pasó de 40-50 citas diarias a más de 350. Se reforzó el equipo médico con especialistas y se garantizó el pago de sueldos hasta julio de 2025, por un monto de 30 mil millones de pesos.

La Superintendencia Nacional de Salud, mediante informes del Ministerio de Hacienda y reportes al Sistema de Información Hospitalaria (SIMO), confirmó que la ESE Hospital San Vicente, cumplió satisfactoriamente con el Programa de Saneamiento Fiscal y Financiero (PSFF), de acuerdo con el artículo 77 de la Ley 1955 de 2019 y el artículo 2.6.5.14 del Decreto 1068 de 2015.

La institución ya no requiere un Plan de Mejoramiento (PMI), aunque continúa bajo vigilancia. Cabe recordar que en 2023, el hospital fue intervenido por la Superintendencia debido a deficiencias en calidad de atención y gestión financiera. Tras la implementación de medidas correctivas, se logró estabilizar la operación, mejorar la atención a pacientes y fortalecer la transparencia administrativa. Actualmente, la caracterización del riesgo quedó actualizada y no se volverá a evaluar hasta dentro de 14 años.

2. Recuperación de la confianza ciudadana

Gracias a la reorganización de servicios como urgencias, pediatría, atención materna y para el adulto mayor, se descongestionaron los servicios de emergencias. Además, se habilitaron servicios especializados, incluyendo neurocirugías, que permitieron respuestas más rápidas y efectivas a los usuarios.

3. Reducción de remisiones a otras regiones

La expansión y habilitación de nuevos servicios médicos en el hospital San Vicente, redujo la necesidad de remitir pacientes a centros médicos de otras ciudades, lo que representa una mejora en la calidad y oportunidad de la atención en el departamento.

4. Reactivación de la construcción de la torre hospitalaria

Luego de más de 16 años de espera, se reactivó la obra de la segunda torre del hospital, actualmente en fase tres de ejecución. La obra, que reinició el 18 de febrero de 2025, cuenta con una inversión de 4.500 millones de pesos provenientes de regalías y se estima su finalización en junio de 2026.

La gestión incluyó siete mesas técnicas con participación del Ministerio de Salud, la Gobernación de Arauca, la Unidad Administrativa de Salud, el contratista y el supervisor de la obra. En el proceso se diagnosticaron fallas en las fases anteriores: mientras que la fase uno ya está en funcionamiento, la fase dos presentó serios problemas técnicos y estructurales debido a la falta de planeación especializada. La fase tres fue aprobada por el Ministerio de Salud el 26 de diciembre de 2024, tras subsanar los errores previos.

5. Viabilidad del avión ambulancia

Sánchez Arango también se refirió al proyecto del avión ambulancia, subrayando que su sostenibilidad financiera depende de que los servicios aéreos sean contratados directamente por las EPS, evitando los pagos por evento que suelen generar demoras y comprometen la operatividad. “Si se garantiza la continuidad de las operaciones, no solo sería rentable económicamente, sino que tendría una utilidad social incuestionable: salvar vidas”, afirmó.

El director explicó que la aeronave fue entregada al Hospital San Vicente en el año 2022. Desde entonces, se han realizado entre 10 y 11 vuelos en sus primeros meses de operación. Posteriormente, entre abril y diciembre de 2024, se alcanzó un promedio de 45 vuelos mensuales, con un costo estimado de 4 millones de pesos por vuelo.

Asimismo, aclaró que antes de 2021, el avión ambulancia estuvo bajo la administración de la Unidad Administrativa Especial de Salud de Arauca, periodo durante el cual, según declaraciones del presidente Gustavo Petro, se habrían registrado más de 470 vuelos sin la debida autorización, un hecho que generó controversia a nivel nacional.

Por último, el director solicitó a la administración departamental disponer del equipo necesario para realizar las actividades de empalme y entrega entre el 16 y el 31 de julio, contando con el acompañamiento de la Procuraduría y la Contraloría Departamental, comprometiéndose a garantizar una transición ordenada que asegure la continuidad administrativa y asistencial del Hospital San Vicente de Arauca, bajo los principios de responsabilidad y transparencia.

Sin embargo, a través del Decreto No. 812 de 2025, la Gobernación designó al doctor Néstor Bastianelli Ramírez, médico cirujano como nuevo director, quien según el decreto el funcionario asumiría el cargo a partir del próximo 16 de julio de 2025, y ejercería por un periodo institucional que se extendería hasta marzo de 2028.

Evento que conllevó a que se optara por la vía legal presentando una tutela la cual fue admitida por una Juez de la República, Leida Patricia García Díaz contra el gobernador del departamento de Arauca, Renson Jesús Martínez Prada, por presunta vulneración de los derechos fundamentales al trabajo y al debido proceso.

La decisión judicial, ordena al Gobernador suspender provisionalmente los efectos del Decreto No. 691 del 3 de junio de 2025, mediante el cual se aceptaba la renuncia del director a partir del 16 de julio. El fallo ordena mantener vigente la relación laboral de Sánchez Arango hasta el 31 de julio de 2025, fecha que ya se había establecido en su renuncia voluntaria.

Asimismo, el juzgado continuo con la petición de Sánchez Arango de vincular a la Procuraduría General de la Nación y la Contraloría General de la República dentro del proceso, Ambas entidades serán notificadas formalmente para que puedan ejercer su derecho de intervención.

La Juez también solicitó al Gobernador y a las entidades vinculadas rendir un informe detallado sobre los hechos que motivaron el acto administrativo, con un plazo de dos días para responder bajo juramento, conforme a lo establecido por el artículo 19 del Decreto 2591 de 1991.

En conclusión, el gobernador no tuvo otra opción que suspender provisionalmente los efectos del Decreto 691 de 2025, con el cual había aceptado la renuncia del director de la E.S.E. Hospital San Vicente, el decreto, fechado el 14 de julio, deja en evidencia el cumplimiento forzado de una determinación judicial por parte de la administración departamental.

Lo cierto es que, a pesar de los hechos demostrados en el avance, gestión y desempeño y de las voces sindicales que rechazaron su salida y expresaron su respaldo a la gestión, no hubo marcha atrás ni explicaciones claras, solo queda la esperanza de los araucanos de tener un hospital digno de un municipio capital. Otro capítulo inconcluso en la administración de lo público en Arauca.