Dos acciones humanitarias en Fortul marcan la búsqueda de quienes desaparecieron en Arauca

2025-08-11-15:38:57 258

En el cementerio municipal de Fortul, Arauca, se realizó la primera prospección forense por parte de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas. Se recuperaron dos cuerpos correspondientes a personas desaparecidas en el marco del confl icto armado. Esta labor fue acompañada por Ana Delia Angarita, quien busca desde hace 20 años al padre de sus hijos.


La primera entrega digna en el municipio fue encabezada por Eliza Gallego Aramburu, mujer de raíces indígena Makaguan, quien recibió el cuerpo de su tío desaparecido. Su participación evidenció el relevo generacional en la búsqueda humanitaria y no judicial.

Con una ubicación estratégica en el piedemonte araucano, Fortul es el municipio más joven del departamento de Arauca. Rodeado por la cordillera Oriental y conectado con Casanare, Boyacá y Venezuela, ha sido históricamente un corredor comercial. Su fundación está ligada, por tanto, a la llegada de familias provenientes de distintas regiones de Colombia e incluso del vecino país, que se asentaron en la zona y conformaron un pequeño caserío de paso. Hace apenas 34 años que Fortul fue elevado a la categoría de municipio.


Sin embargo, este territorio no ha sido ajeno al confl icto armado colombiano. La presencia de actores armados no estatales dejó una serie de hechos asociados a la desaparición de personas, fenómeno que aún persiste.


La Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) adelantó una serie de acciones humanitarias orientadas a la recuperación e identifi cación de cuerpos en la zona. Estas se realizaron, además, en articulación con las familias buscadoras del municipio.


En el cementerio municipal se llevó a cabo la primera intervención forense por parte de la entidad. Como resultado de esta prospección, se recuperaron dos cuerpos correspondientes a personas desaparecidas en el marco del confl icto armado: uno con hipótesis de orientación y otro no identifi cado (CNI). Ambos fueron trasladados al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (INMLCF) para su análisis. El objetivo, en este caso, es avanzar en su identifi cación.

Esta labor representó, por otra parte, un reto técnico y logístico para el equipo forense. Durante tres días consecutivos, bajo lluvias intensas y fuertes vientos, el equipo trabajó sin interrupciones. El primer día, por ejemplo, las labores fueron acompañadas por Ana Delia Angarita, quien busca desde hace dos décadas al padre de sus hijos:

“Al papá de mis hijos lo agarraron hace 20 años y lo desaparecieron. Yo nunca supe más de él. Solo supe que en la morgue de Fortul había unos cuerpos. Lamentablemente, era muy joven, no sabía de viajes ni tenía la oportunidad de salir, tenía tres niños y estaba sola”.
Ana Delia y sus hijos siguieron de cerca las labores del equipo forense, permaneciendo bajo una carpa que los protegía de la lluvia. Su presencia constante, pese a las inclemencias del clima, es un refl ejo del compromiso y la esperanza que sostienen las familias buscadoras.

Primera entrega digna en Fortul


El relevo generacional es un fenómeno que se evidencia en la búsqueda humanitaria y no judicial. En Fortul, por ejemplo, fue una sobrina quien acompañó la primera entrega digna realizada en este municipio en el marco del Plan Regional de Búsqueda del Sarare. Este plan, que abarca los municipios de Arauquita, Fortul y Saravena, contempla un universo de 1.183 personas dadas por desaparecidas. Una de esas búsquedas es la de Eliza Gallego Aramburu, mujer de raíces indígena del pueblo Makaguan, por parte materna; quien recibió el cuerpo de su tío, Gildardo Antonio Gallego Ríos, desaparecido desde el año 2010.


El acto de dignifi cación ocurrió al fi nal de la jornada mientras caía la tarde. Llegaron, entonces, dos sobrinas de Gildardo Antonio. Una de ellas, la menor, hermana de Eliza, tuvo que caminar más de dos horas desde el resguardo de Cusay, La Colorada, para alcanzar el transporte que la llevara al municipio de Fortul. Acudió al encuentro no solo con la Unidad de Búsqueda, sino, sobre todo, con el familiar ausente cuya desaparición marcó a la familia.
Fue ella quien llevó la noticia de regreso. Aunque no conoció a quien buscaba, vivió con su memoria. Su presencia, por tanto, no solo cerró un ciclo, sino que evidenció que la búsqueda continúa, incluso cuando cambian las voces que la sostienen.

Según Eliza, el recuerdo de su tío siempre estuvo presente en la familia: “Para mi no fue tan fácil, porque es un tío que nunca llegué a conocerlo pero siempre lo tuve presente, hasta este momento. Y saber que ya lo tuvimos en las manos y que ya le dimos ese descanso, para él y para nosotros, me siento muy aliviada”.


Las historias de Ana Delia y Eliza, en otras palabras, forman parte de la memoria reciente de Fortul. También lo son de nuestro país. Representan las miles de personas buscadoras que, además, continúan el camino de encontrar a sus seres queridos.


La Unidad de Búsqueda hace un llamado a la comunidad del departamento de Arauca. Quienes tengan información sobre personas dadas por desaparecidas o posibles sitios para la búsqueda, pueden comunicarse al 316 2872306 —a través de llamada, mensaje de texto o WhatsApp— o acercarse a la sede de la entidad en Arauca capital (Calle 18 #29-45). La identidad de quienes brinden información será protegida bajo estricta confi dencialidad.


En Fortul somos la búsqueda humanitaria y no judicial.