2024-11-05-08:56:28 23
La apicultura en el municipio de Saravena sufrió un grave atentado que afecta no solo al trabajo de un emprendedor local, sino también al ecosistema. Johan Andrés Galvis, apicultor y líder de la asociación Asocovensar, denunció que 52 de sus colmenas fueron envenenadas la noche del pasado 1 de noviembre. Este acto de envenenamiento ha generado alarma en la comunidad, dada la importancia de las abejas para la polinización y la biodiversidad de la región.
Según relató Galvis, el envenenamiento se detectó al llegar a su apiario para realizar labores rutinarias de mantenimiento. Encontró miles de abejas con síntomas de envenenamiento, moviéndose de manera errática, muchas ya muertas y otras agonizantes en el suelo. Galvis, quien lleva cinco años dedicado a la apicultura y ha rescatado más de 500 colmenas, expresó su profundo dolor y preocupación, destacando que este incidente no solo representa una pérdida económica sino un daño ambiental considerable. “Cada colmena alberga alrededor de 40.000 abejas, entonces estamos hablando de más de dos millones de vidas afectadas. Es una tragedia ambiental”, afirmó.
Las abejas son fundamentales en la polinización, proceso clave para la reproducción de muchas especies vegetales. La pérdida de un apiario tan grande impacta negativamente en los ecosistemas de Saravena, donde Galvis y su familia trabajan en proyectos de conservación y rescate de colmenas en zonas rurales.
El apicultor hizo un llamado a la conciencia ambiental y pidió a las autoridades locales investigar este incidente para evitar que se repita en el municipio y otras zonas del país. “La persona que hizo esto no midió las consecuencias. Afectó no solo mi sustento, sino también el equilibrio de la naturaleza”, sostuvo Galvis.
Este lamentable episodio ha motivado a vecinos y miembros de la comunidad a solidarizarse con Galvis. La asociación Apigalvis, que él lidera, ha compartido información para quienes deseen apoyarlo en la reconstrucción de su apiario y mitigar las pérdidas. Aquellos interesados en colaborar pueden comunicarse con él al número 311 5363722.
Este acto de destrucción sirve de recordatorio sobre la fragilidad del entorno natural y la importancia de proteger a las especies polinizadoras, esenciales para el equilibrio ambiental.
